Monólogo para un elefante muerto


Por lo que he visto hasta ahora, todavía no he encontrado este escrito en por Internet, así que como tengo el libro del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente voy a copiarlo. Un claro ejemplo de que las letras y las ciencias son compatibles y no han de estar enfrentadas. La referencia es: Rodríguez de la Fuente, F. Animales salvajes de África oriental.  León. Ed. Everest. 1982 (8ª edición).  ISBN 84-241-5901-2. Págs 109, 110, 111.

Una tarde de cárdenos nubarrones descubrimos el cadáver de un elefante frente a las laderas del Ruwenzori. Estaba tan hinchado y monstruoso como si todo el miedo que pasó cuando le metieron dos balas en el cuerpo se le hubiera salido el corazón, llenando sus venas hasta hacerlas reventar debajo de la piel arrugada.

Sin trompa, sin defensas y sin la porción terminal de sus extremidades, que le habían amputado por la articulación del tarso, el maloliente corpachón del elefante me conmovió.

-¿Qué haces aquí, tendido sobre un costado, sin tus mejores atributos, cuando apenas has llegado a la flor de tu vida? ¿Quién te ha arrancado el espíritu sin cantar ni danzar en la luna nueva para devolverlo a tus antepasados? ¿Dónde están los chamanes que debieron propiciar y desagraviar a Komba, el padre de todos los elefantes, por haberte robado la vida?

Hace muchos miles de años que los hombres te matamos, hermano elefante. Pero te hemos matado a ti y a tus antepasados para alimentarnos con vuestra carne; para defendernos de los rigores del invierno con vuestras pieles; para que las toneladas de energía que atesorabáis en vuestros cuerpos dieran vigor y supervivencia a nuestra propia especie. Cuando apenas balbucíamos, con el hacha de piedra en la mano y el amor a la vida en el corazón, te tendíamos ya trampas, porque eras la fuente de todos los terrores y de todas las aventuras: la muerte o la carne. ¿Quién te mata ahora y abandona tu cuerpo a las hienas y a los buitres? ¿Quién osa malgastar el tesoro de tus energías? ¿Dónde están los cazadores que no se han detenido a velar tus restos?

Yo te cantaré una canción, hermano elefante. Yo pondré en tus oídos muertos el misterio de unas palabras que aprendí de un chamán de los pigmeos efé. Unas palabras que se han transmitido de hombre a hombre, de cazador a cazador, desde el principio de los tiempos. De las tribus del mamut a las hordas de matadores de mastodontes, de los bosquimanos a los pigmeos; de todos y entre todos los que han matado la carne respetando el espíritu. De la ética antigua de los cazadores que consideraban como el más imperdonable tabú matar más de lo que se podía comer. Escucha, hermano elefante, la canción del pigmeo.

«¡Oh, elefante! Tú eres el más grande, el más hermoso y el más listo de todos los seres que huellan la selva con su pisada.

Yo no soy más que un pobre y torpe cazador que iba por la senda con la lanza pesada en la mano.

Y cuando un cazador siente el peso de la lanza en el brazo derecho, siempre quiere impulsarla con mucha fuerza hacia arriba y aliviarse.

Y como tú eres tan grande, ¡oh, elefante!, y yo soy tan pequeño y tan torpe, no vi que tu vientre cubre todo el techo de la selva. Y mi lanza se clavó en tu vientre.

Ahora ya estás muerto. Pero yo no te tocaré. Mis mujeres y mis hijos y los hombres de mi pueblo van a comer tu carne para que no se pudra y se pierda».

Acerca de lasletrasmolan

Soy licenciado en Filología hispánica y profesor de asignaturas de letras: Lengua castellana, Lingua galega, Latín, Historia, Filosofía, Técnicas de expresión escrita, Francés. Tengo experiencia docente en colegios, academias y a domicilio. Ofrezco una visión lúdica de las materias de letras, sin olvidar la base teórica y teniendo muy en cuenta las dificultades del alumno a la hora de afrontar sus estudios. Querido profesor: también cuento contigo y tal vez en algún momento te sientas identificado con alguna de las situaciones aquí expuestas. Queridos padres: sin vosotros esta página no sería posible. Si quieres clases u organizar talleres de escritura o de lectura en Coruña ciudad, no dudes en escribirme o llamarme. También doy clases por Skype (usuario: lasletrasmolan), tanto a personas de la propia ciudad como de otros lugares de Galicia, del resto de España y otros países. Puedes llamarme, enviarme mensaje de WhatsApp o Telegram al 628693668 o escribirme a lasletrasmolan@hotmail.es
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9 respuestas a Monólogo para un elefante muerto

  1. Jorge Cornejo dijo:

    Me ha gustado mucho,me gustaria leer mas textos así aunque este fue un poco triste.Gracias!!

    PD: Cuesta creer que estas cosas pasen realmente; Ojos que no ven,Ojos que no sienten.

    Saludos clase

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  2. Deeivid dijo:

    Me ha gustado mucho aunque fue muy cruel la muerte del elefante y espero leer otro parecido, PILI GUAPA!

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    • Y yo espero leerte a tí más a menudo. O al menos verte más la cara, que nos tienes abandonados. Recuerda que en este curso tienes la oportunidad de demostrar de lo que eres capaz, que a juzgar por tus trabajos es mucho. Gracias por el piropo y recuerda que «la belleza anida en los ojos que la aprecian».

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  3. Alba dijo:

    Ha sido muy instructivo y realmente espeluznante. No quiero aceptar que esas cosas ocurren realmente cada dia D:

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  4. ¡Me encanta! Con tu permiso lo utilizaré con mis chicos en mi clase del lunes. Muchas gracias por tus aportaciones. Enriquecedoras aportaciones.

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  5. Juliana Orozco Pizano dijo:

    Es hermoso !! lloré al leerlo. El hombre blanco es el único que mata solo por diversión…. y para comenzar, preguntémosle a «don» Juan Carlos I de Borbón , alias Rey de España = (

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  6. David Guerrero dijo:

    Me gusto el texto, la manera en como llega a despertar ese sentimiento de reverencia y respeto hacia el cuerpo del elefante y la manera torpe en que el hombre suelta la lanza., un texto que genera un sentido de conciencia.

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